David Lewis Williams
Profesor de antropología en Africa del Sur

David Lewis Williams, Profesor de Antropología en Africa del Sur University of the Witwatersrand, Johannesbourg Rock Art Research Institute..

Contexto

No existe ninguna duda respecto a la importancia capital de la cueva Chauvet-Pont-d'Arc, en el estudio de la vida del arte del Paleolítico superior. La naturaleza sensacional de su descubrimiento en 1994 ha sido recuperada por los medios de comunicación y la hizo objeto de destacados comentarios en la prensa que tuvieron gran difusión en el mundo entero. En el mismo momento los investigadores tomaban medida del potencial del descubrimiento: se trataba, en definitiva, de una cueva intacta, asombrosamente decorada que conservaba todas las trazas de actividades humanas. El emplazamiento ofrecía una oportunidad sin precedentes. Hay que tener en cuenta dos puntos de verdadera importancia del descubrimiento.

En primer lugar, rápidamente se supo, gracias a las dataciones por carbono 14, que la cueva Chauvet-Pont-d'Arc estaba adornada con el arte parietal más antiguo. Además, el carácter sofisticado de las imágenes confirma las intuiciones de algunos investigadores: la idea de que es una evolución linear del arte cuyas formas se vuelven cada vez más complejas, es simplemente falsa. Esta noción emana de las perspectivas occidentales post-darvinistas que sitúan ante todo la evolución desde los estados más simples a los más complicados, ésta idea fue aplicada a la práctica de la totalidad de los campos de la investigación - evolución zoológica y botánica, evolución social, del lenguaje, etc. Ahora, en contradicción directa con el paradigma de Darwin, la cueva Chauvet-Pont-d'Arc testimonia la aparición de un arte sofisticado realizado al comienzo del Paleolítico superior (32.000 BP), época auriñaciense en la que el hombre moderno comienza a reemplazar al hombre de Neandertal en Europa del Este. Queda claro que todas las técnicas empleadas en la realización de imágenes estaban puestas en práctica en la época auriñaciense. Hoy en día numerosas investigaciones arqueológicas hacen hincapié en este periodo.

En segundo lugar, e igualmente importante, es el hecho de que la cueva no fue devastada inmediatamente por los visitantes, como en el caso de Lascaux en 1940. Con prontitud, el Ministerio francés de Cultura protegió la cueva impidiendo que el suelo fuera pisado, las paredes tocadas y los objetos desplazados. El suelo de la cueva está cubierto de restos de osos de las cavernas y de otras especies (lobo, serpiente, pájaro), así como también de hogares, de trazas de pisadas humanas , de osos y de carbón de leña proveniente de las antorchas utilizadas por los hombres del Paleolítico superior. Aquí, puede observarse un hueso de oso de las cavernas en el lodo del suelo, allí puede apreciarse un "bastón" de marfil.

Una cueva intacta presenta un potencial de investigación sin precedentes por lo que requiere una estrategia de investigación programada con cuidado.

La campaña de investigación

La elección del Doctor Jean Clottes como director del primer estudio científico de la cueva serenó a los especialistas del Paleolítico superior del mundo entero en su espera. A partir del momento en el que el Doctor asumió la responsabilidad, la integridad del emplazamiento quedaba asegurado y la tragedia de Lascaux no se repetiría. Con el apoyo financiero y moral del Ministerio de la Cultura, el Doctor Clottes estaba en situación de programar y de realizar una vasta campaña de investigación que serviría de modelo a los investigadores del mundo entero.

Desde que el Doctor Clottes asumió el control, la protección del suelo del Paleolítico superior fue asegurada. Se instalaron bandas de plástico negro a lo largo del itinerario principal tomado por los descubridores. Las zonas más expuestas y resbaladizas fueron recubiertas por un plástico más espeso. Todo desplazamiento en la cueva está ahora limitado a estos pasajes. Es inimaginable una medida de precaución mayor. El Doctor Clottes asegura que todas las precauciones posibles sean tomadas y estrictamente observadas.

En uno o dos casos, el pasaje se prolonga hacia importantes paneles de imágenes, como es el caso del de las cabezas de caballos. En otras partes, los paneles deben ser estudiados a distancia porque el suelo paleolítico no puede ser pisoteado. Estos límites refrenan enormemente el trabajo de archivo y de estudio de los paneles. El equipo ha resuelto el problema tomando numerosas fotografías de las diversas facetas de las asperezas de la pared en tres dimensiones; enseguida los ordenadores permiten reunir en un solo mosaico nada menos que treinta fotografías. Combinado el uso de la macrofotografía con una lentilla de teleobjetivo equipado con un microscopio, esta técnica facilita el estudio de las líneas más pequeñas y de los trazos grabados. Cada línea puede ser rehecha a partir del mosaico. La construcción secuencial de un panel, imagen por imagen, es enseguid reconstituida, y permite ver como los artistas del Paleolítico superior añadían imágenes en relación las unas con las otras.

Un primer descubrimiento importante que emana de esta técnica es la posibilidad de apreciar que lo que había sido tomado en un primer momento como puntos rojos, obtenidos probablemente soplando la pintura sobre la pared, en realidad se trata de manos. En algunos casos, hay débiles marcas de dedos; la mayoría del tiempo con los dedos invertidos hacia atrás de manera que tan sólo la palma toca la superficie. Todas las huellas son de la mano derecha y un pequeño dedo plegado sugiere que todas ellas pertenecen a la misma persona. La reconstitución del modo en que el panel fue construido ya ha finalizado. Ahora es evidente que la categoría "huellas de las manos" es más compleja de lo pensado anteriormente.

En dos casos, las plataformas movibles concebidas y construidas especialmente a este efecto, permiten un acceso aproximado a los paneles. Uno es el del panel de los "puntos". El otro es el gran panel de los osos de las cavernas situado en un pequeño divertículo. Los investigadores pueden sentarse sobre la plataforma y de este modo aproximarse, por medio de cuerdas, a la pared de la roca. Al ser las plataformas móviles, los investigadores pueden estudiar el suelo de abajo que se encuentra a su alcance. El Ministerio debe ser felicitado por la puesta a disposición de tales medios.

En otras partes, las pasarelas de titanio no corrosivo compuestas de nódulos han sido instaladas con sumo cuidado algunos centímetros por encima del suelo. Cada nódulo comprende una serie de placas móviles que permiten el estudio aproximado del suelo situado inmediatamente por debajo de la pasarela. Lo antes posible, todas las bandas de plástico serán remplazadas por pasarelas de titanio. Estas medidas de acceso permiten a los miembros del equipo del Doctor Clottes realizar el trabajo que les ha sido encomendado. Igualmente debe comentarse que nunca un equipo ha reunido tan variadas competencias. Cada miembro es un experto reconocido en un determinado dominio. La combinación de las disciplinas permite cubrir todos los aspectos de la investigación sobre el Paleolítico superior. Conviene felicitar al Dr. Clottes por haber sabido reunir un equipo tan cualificado.

Feliz iniciativa, el Señor Geoffrey Blundell del Rock Research Centre de la Universidad de Witwatersrand de Johannesbourg fue invitado por el Doctor Clottes a unirse al equipo durante la campaña de investigación de octubre 1999. El Señor Blundell aprendió mucho de los miembros del equipo y a su vez les dio parte de su experiencia con el arte rupestre de los San del Sur de Africa, muy diferente. El Señor Blundell fue invitado a reunirse de nuevo con el equipo al año siguiente.

Punto importante, el equipo estudia toda traza de actividad humana y no se reduce únicamente a las imágenes. El Señor Michel García, por ejemplo, es experto responsable del estudio de las huellas y del resto de trazas. Ha podido ya identificar las huellas de un niño de ocho años y procederá a la realización de los moldes de las huellas en látex.

La coordinación, durante la campaña, entre el trabajo llevado a cabo en la cueva y en el laboratorio temporal instalado en sus proximidades se ha revelado muy satisfactoria. El trabajo puede ser efectuado en el laboratorio, y es inmediatamente controlado en la cueva. Todas las variadas actividades de investigación están coordenadas con cuidado por el Doctor Clottes de manera que exista un flujo eficaz de información desde la cueva, al laboratorio y a la base de datos.

El Doctor Clottes dirigirá dos años suplementarios de investigacion, 2000 y 2001. Será a continuación responsable de la publicación de los resultados de la campaña. Dado el cuidado, la competencia y la estrategia programada que han presidido este proyecto, el informe será un jalón que marcará la investigación arqueológica. El trabajo será retomado por el Doctor Jean-Michel Geneste al que he tenido el gran placer de conocer. Será digno sucesor del Doctor Clottes.

Ejes de las investigaciones

Actualmente, el trabajo de la cueva Chauvet-Pont-d'Arc se encuentra en fase empírica, está destinado a ofrecer científicamente la máxima información posible, en el aspecto más extenso posible. La etapa siguiente consistirá en utilizar los recursos con el fin de realizar un intento de responder a las preguntas sobre la vida y el arte del Paleolítico superior. La finalidad de la ciencia no consiste exclusivamente en describir o archivar sino en dar explicaciones. En el trabajo científico, la única razón por la que acumulamos las observaciones es porque nos ayudan a comprender, aun más, a encontrar explicaciones. Este principio vale para el trabajo en la cueva Chauvet-Pont-d'Arc, el emplazamiento presenta oportunidades sin precedente para encontrar explicaciones.

La manera en que los datos documentados, serán eventualmente confrontados y presentados está orientado o, mejor dicho, guiado por un formulario de preguntas específicas sobre el Paleolítico superior.

Este punto clave puede ser fácilmente ilustrado. Cada actividad es conducida por un ser humano (sano de espíritu), sigue un plan y no es aleatorio. Los trazos dejados por el comportamiento de las personas dotadas de buen sentido responden igualmente a un plan. Las primeras impresiones podrían dejar entrever un uso no estructurado de una cueva del Paleolítico superior. Una observación más detallada demuestra que las actividades están concentradas en unos espacios que han sido escogidos específicamente porque otros no comportan más que trazas de actividad. Para discernir los planos múltiples que se superponen en una cueva como Chauvet, los investigadores deben identificar los rasgos distintivos de cada plano.

Durante mucho tiempo los investigadores han tenido tendencia a hacer del emplazamiento de las imágenes de las diferentes especies de animales la característica más importante del plan de utilización de una cueva y ello en la continuidad de los trabajos de especialistas tales como el abad Breuil y, más particularmente, André Leroi-Gourhan. Leroi-Gourhan pensaba haber encontrado una estructura intencional en los espacios en los que los hombres del Paleolítico colocaban las imágenes, a un lado los caballos y los uros y al otro los bisontes. Las técnicas de realización de las imágenes (pintura, grabado, raspado, escultura, etc.) fueron, probablemente, tan importantes como el sujeto e imponían realmente las diferentes actividades que había en la cueva. En algunos espacios de la cueva una sola técnica era utilizada, en otros, las técnicas se yuxtaponían, se combinaban. Por ejemplo, en la sala Hillaire de la cueva Chauvet-Pont-d'Arc, hay muchas imágenes, unas esbozadas, otras mucho más detalladas, realizadas por medio de un raspado en la superficie blanda de la pared. Al contrario, en la sala del fondo y en la del cráneo del oso, las imágenes han sido creadas por medio de la pintura y el raspado, técnica más costosa en tiempo.

Por otro lado, hay otros tipos de trazos, una pequeña cornisa presenta un puntillado de dedos sobre la superficie blanda y un pequeño fragmento de hueso aparece clavado en la arcilla. Se encuentran estos "gestos frente a la cueva" que visiblemente tienen un sentido respectivamente a Bédeilhac y Enlène. En otra parte de la cueva, 37 cráneos de oso de las cavernas han sido reunidos.

Con todas estas diferentes clases de testimonios, no solamente con la localización de las imágenes de las diferentes especies, pueden ser cartografiadas combinando esquemas variados. Así es posible forjar una idea de las diferentes actividades y tipos de comportamiento que fueron realizados en las diferentes partes de la cueva y el modo en que estas actividades se relacionaban con la topografía global de la cueva. Un punto importante del estudio, la identificación de la entrada o entradas originales de la cueva Chauvet-Pont-d'Arc. Con ello, será posible ordenar en el espacio las actividades de los hombres del Paleolítico superior.

La etapa siguiente podría consistir en comparar los esquemas establecidos por la cueva Chauvet-Pont-d'Arc con los esquemas encontrados en las cuevas de otros periodos y regiones (Volp, Lascaux, Gabillou y Niaux). De manera que será posible comenzar a hacerse una idea de cómo las diversas topografías de las cuevas del Paleolítico superior se han modificado en el espacio y en el tiempo. El Doctor Clottes y yo hemos comenzado este tipo de investigación en nuestra obra "Les Chamanes de la Préhistoire: transes et magie dans les grottes ornées", Paris: le Seuil, 1996.

Debo al Ministerio francés de la Cultura el haber hecho posible mi visita a la cueva Chauvet-Pont-d'Arc como miembro del Comité consultivo Internacional y al Doctor Jean Clottes por haberme invitado amablemente a unirme a este Comité.


Noviembre de 1999.